Nuestro andaluz pueblecito blanco de montaña es un ejemplo impresionante de resonancia comunitaria personificada. Durante las actividades de cada día, sus habitantes están en constante comunicación l@s u@s a l@s otr@s, coordinan sus objetivos y sus necesidades, comparten sus recursos, solucionan sus conflictos, celebran fiestas inesperadas,…
mientras que siempre tienen tiempo para unas risas, un vaso de vino con un vecino, o una extensa charla con quien se cruce en el camino.
Observando su sabiduría de resonancia verás algunos ingredientes mágicos:
- Su tiempo les pertenece en abundancia, evitando el estrés.
- Están abiertos constantemente a sacrificar sus planes y objetivos por el carácter precioso del contacto humano espontáneo.
- Establecen espacios públicos para encuentros y la unión entre tod@s, estando siempre abiert@s a dinámicas comunitarias espontáneas, no restringid@s por las ideas de un@s poc@s.
- Procuran estar en presencia plena e inesperada en espacios públicos, y disfrutan de ello.
- Están en un fluir constante de comunicación orgánica.
- Son abiert@s, no juicios@s y generos@s hacia l@s demás y “el otro”.
Se nos invita a integrar nuestra vida y nuestros proyectos en su campo comunitario y l@s vecin@s están felices de “resonar” con cada un@ de nosotr@s. Así que ven con tiempo y actitud receptiva para sintonizar e inspirarte.